No queda duda: el mundo entero se alegra por la liberación de Ingrid Betancourt y las 14 personas que también eran cautivas de las FARC. Es claro: hay un enérgico y generalizado rechazo a la violencia, y sobre todo al secuestro, como medio para alcanzar fines, cualquiera que estos sean, vengan de la izquierda o la derecha. Sin embargo, también a nivel internacional, se cuestiona el uso que el presidente colombiano Álvaro Uribe y el aspirante a la Casa Blanca, John McCain, le darán a este caso.
Cabe recordar que Uribe ha sido acusado de cohecho y es investigado por la Corte Suprema de Justicia de Colombia, por las irregularidades en el proceso de reforma a la Carta Magna aprobada por el Congreso, misma que le permitió la reelección presidencial; es también, investigado, entre muchas otras cosas, por el presunto apoyo que le ha brindado a narco-paramilitares.
La liberación de Betancourt elevó al instante la popularidad de Uribe en Colombia, pero la prensa y organismos de derechos humanos en el mundo se cuestionan: “¿El rescate rescató a Uribe?” ¿Permitirá esta liberación la impunidad de un supuesto narco político? ¿Beneficiará el acto a la campaña de McCain? Y aún más allá: ¿fue la “operación jaque”, como se le llamó a esta supuesta brillante maniobra militar, un montaje Made in Washington?
De acuerdo a informes de Swiss Radio y el periódico digital francés Mediapart, el gobierno de Uribe pagó 20 millones de dólares a las FARC por la liberación de Betancourt. Swiss Radio, dijo que el intercambio había sido planeado en Estados Unidos.
Los gobiernos de Colombia y Estados Unidos han rechazado esta versión.
Los cuestionamientos cobran sentido si pensamos que en tanto que Uribe es uno de los principales aliados de la Casa Blanca, si él resultara culpable de todo lo que se le acusa, tanto Bush, como los republicanos, recibirían un severo golpe de gran relevancia para las elecciones presidenciales de este año.
Las dudas siguen en el aire. ¿Será que Uribe y el gobierno norteamericano han subestimado la inteligencia mundial con el montaje de un castillo de arena que comienza a desmoronarse? ¿Será en cambio que Uribe es honesto y cuenta con los estrategas militares más eficientes en la historia de la humanidad? ¿Ustedes qué opinan?
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